martes, mayo 25, 2010

Viajando con buena música

Desempolvando mi memoria musical me dispuse a hacer un viaje por las melodías que en otra época solían llamar mi atención, pensaba que eso era apenas la fiebre de la adolescencia o un rezago más de un gusto masificado, y quizá sea así, pero tengo la sana costumbre de poner música de fondo en mis viajes hacia el pasado, de hecho soy de aquellos que en palabras de Les Luthiers, consideran que hay música de fondo hasta para escuchar música.

Quizá como parte de la fiebre universitaria, desarrollé un gusto y una afición un tanto irreflexiva por el rock en español, en especial el rock argentino, pues en esa época aún sonaba con insistencia tal género musical y tenía que hacer maromas para grabar cassettes de la radio y rogar a Dios que no suelten una cuña en medio de la canción, obviamente no era tan fácil como en estos tiempos; sin embargo como buen enajenado no le paraba bolas a la letra ni a la complejidad artística de las letras de aquellas canciones que aún permanecen inconmovibles en nuestros oídos, ¿o es que acaso de la noche a la mañana uno se puede olvidar de un Fito Páez, un Charly García o un Gustavo Cerati?

Afortunadamente este viaje por los antiguos senderos me ha llevado a volver a saborear tal encanto de aquellos acordes impregnados de inspiración y poesía; solo encontré dos estaciones en las cuales me detuve a apreciar con una mayor reflexividad la obra creada y entiendo con mayor claridad como este tipo de cosas son a prueba del tiempo, quizá pase mucho tiempo para que esta música llegue a pasar de moda, o a ser considerada con sorna como lo hacía yo con "la Gallinita Josefina" y "Speedy González" que escuchaban mis padres en su juventud de la vieja nueva ola...

La primera parada es motivada por razones obvias; el contenido enigmático de las letras de Gustavo Cerati tanto en su etapa como líder de Soda Stereo como en su etapa solista es digna de un documental, sus letras desafían el convencionalismo de la época en que fueron publicadas y hoy por hoy siguen sonando tan interesantes e innovadoras, enriquecidas además con la sofisticación y exploración de nuevos sonidos y acordes fuera de lo común, quizá siendo muy misterioso para algunos y para otros siendo un fabricante de prototipos, en mi concepto es un pilar fundamental del rock en español tanto en su etapa en Soda como solista. Dios quiera que sigamos disfrutando de su talento por mucho tiempo más.



En mi opinión los temas mas pop de Soda fueron masificados y con eso perdieron parte de su mística, para lo cual la búsqueda de su mística es un ejercicio un poco más dispendioso pero que bien vale la pena hacerlo y de esa manera recordar que bien la pasábamos cuando en la radio sonaban esas bien elaboradas piezas musicales que años después siguen teniendo ese sonido tan actual y refrescante.

La siguiente parada está en el legendario Charly García, uno de los "dinosaurios" que forjaron en buena medida el movimiento del rock en español, sin ir más lejos gracias a este fenómeno el rock en español se consolida como un movimiento cultural en la azotada Argentina de las dictaduras, trayendo un canto poético y rebelde que trasciende las generaciones, aunque ahora quizá forma parte de un accesorio comercial, en su momento fue el altoparlante de una generación que vivió en carne propia los horrores de una dictadura sanguinaria como la tuvo Argentina.

Tratar de escribir sobre Charly García es temerario, eso se lo dejo a los puristas e historiadores; simplemente me remito a mi condición de oyente de su música que no comprendía en otros tiempos pero ahora, unos años después y con menos arrebato en mi cabeza, puedo comprender y disfrutar el genio de este loco, deseando que su música sea indispensable en la discoteca de mi mente y seguir disfrutando y explorando su música que bien vale la pena escuchar.

Para muestra un botón:



¡Cuanta falta nos hacen esta clase de locos!